Enero llega. Pasa algo siempre  queda

Desde hace un tiempo hasta esta parte, se arman los grupos de la misión. En nuestra Parroquia San José hay dos grupos. Se misiona en la escuela rural 34 junto al padre Pablo y en la escuela 12 coordinados por el padre Nicolás. Uno reza por las familias misionadas, por los misioneros, por los sacerdotes, por los seminaristas, por el obispo que da una  de las dos misas de clausura.. Por cada una de las familias de los misioneros.

 A veces, no alcanza!...

Eso me pasó a mí. El padre Nicolás hace algo más de un mes me invitó a participar de su misión. Dije si sin saber mucho de qué se trataba. Fueron pasando los días y seguí rezando por las misiones, los misioneros, las familias. Como regalo de Dios Balcarce, en las capillas san Antonio y Luján fuimos misionados por un grupo de 80 chicos de la ciudad de san isidro. El  corazón se me fue abriendo, se ablandaba minuto a minuto. Tuve la dicha que mis hijos me acompañaran en cosas de los chicos de colegio san juan el precursor.

Se achicó el tiempo. Y partió el grupo de la primera misión. Me dieron ganas de ir todos los días a misa. Asistí a dos. El jueves fui sola sin saber dónde era y ayer tuve el privilegio de ir con el auto lleno.

(Qué lindo el aire que se respira, más allá del viento, qué lindo el clima que se huele por más que uno pase solo momentos . En un momento de la misa, me puse en la mente de algún automovilista y pensaba qué hace esa gente ahí.:¡¡ Misionaban!! Anunciaban la palabra de dios, compartiendo sus vidas, con un mate, con un abrazo, entre risas y lágrimas. Compartiendo en comunidad. Personas y vidas unidas por Dios. Otro regalo que me dio la vida vivir estas misas para ir preparando mi propio corazón para mi primer misión .

Marina